Hoy.
Soy la primera en reconocer que hay días en los que la inspiración parece escapar de nuestro lado, pero a veces, aún sin ella, tenemos que aprender a escribir.
Mirando por las ventanas hacía el gris del cielo, me pongo a pensar y recordar. Aún no llueve, aunque en mi interior estemos a punto de desbordarnos en lágrimas. ¿Por qué tantos recuerdos? ¿Por qué tantas raras sensaciones?
Ojalá me fuese más fácil cambiar el por qué de las cosas a un para qué, pero desgraciadamente, soy de esas personas que piensan demasiado.
Me gustaría uno de estos días de sol, coger la típica manta de cuadros de picnic e irme a uno de esos prados a contemplar una hermosa puesta de sol, junto a la persona que amo, abrazados, compartiendo la majestuosidad de la naturaleza.
Te quiero, te extraño, te amo.
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