Comunicacion

La comunicación lleva rota muchos años ya. No sé en qué momento se rompió. Quizá en el momento en el que el miedo o la rabia me impidieron comunicarme contigo. Quizá en el momento en el que me mentiste a la cara. Quizá en el momento en que hacer bromas de las cosas que me pasaban o que sentía se volvió pesado y dejé de hablar. Era más fácil dejar de comunicarme que estar siempre en el ojo del mira, centro de bromas, centro de malestar. Quizá fue más fácil cerrarme en banda como medio de proteger mis sentimientos antes que contar algo y que te rieras de mí, o rompieras mis ilusiones y mis sueños, dejaras de escucharme, me impidieses perseguir mis sueños para hacer algo que no me hacía feliz. Nunca luché por mis ideas, nunca te hice saber que lo que hacías me hacía daño. Que me dolía que rompieras mis alas. Que me dolía que a veces te mofases de mis gustos y los llamases tonterías, que aun me duele. Que siento que no te puedo contar nada sin que me vayas a criticar o me vayas a hacer algún comentario hiriente, porque no respetas mis sentimientos. Que no soy la ofendida, sino que tú has hecho algo que me ha hecho daño, y debes respetar que mis sentimientos son igual de válidos. Y si no puedes respetar que yo también tengo sentimientos, pues quizá será mejor que no hablemos.

Te quiero.

Y me gustaría que tuviésemos una relación en la que yo pudiera acudir a ti para pedir consejo, para buscar cariño y que simplemente me dejases llorar sin más y me dieses un abrazo en vez de hacerme sentir mal porque lloro. Me he ocultado toda mi vida entre las cuatro paredes de mi habitación porque era el único sitio que me hacía sentir segura. Era mi refugio. Escribir mis emociones era mi modo de expresarme sin sentirme juzgada. Tenía que fingir que no lloraba porque me sentía incómoda si te contaba por qué, porque nunca hiciste por escucharme sin juzgar o sin burlarte de lo que sentía. Obvio, después de todas estas experiencias, una aprende a no querer mostrar sus emociones. He aprendido a no mostrar mis emociones contigo y a no querer compartir contigo.