YA NO ME DUELES.

 


Ya no me duele recordar tu nombre. Aunque prefiero seguir llamandote "el imbécil"

Ya no me duele cuando huelo tu  esencia. Aunque la verdad me da un poco de nauseas.

Ya no me duele cuando sueño contigo. De hecho lo llamo pesadillas, y me levanto asqueada de verte la cara.

Ya no me duele recordar estar contigo. De hecho no recuerdo lo que era estar contigo.

Ya no me duele no poder recordar tu voz ni tu risa. Creo que tenias un poco de voz de pito la verdad, nasal. 

Ya no me duele cuando veo a alguien con tu sonrisa. De hecho creo que tiene los dientes bastante feos.

Ya no me duele cuando intento recordar el tacto de tu piel. De hecho, no me gusta que me toquen. 

Ya no me duele no poder rememorar el sabor de tus besos. Lo que sí recuerdo es que la mayoría de las veces te olía el aliento y tenías sarro. Lo tuyo no era mucho la limpieza e higiene personal. Tenías pinta de guarro, eras guarro, te olían los pies, el aliento y bueno tu en general olías a mono. Si hasta te casaste con el pelo con aspecto terriblemente grasiento. No deseo esa vida hijos que no pienso tener. 

Ya no me duele saber que fui tuya. Pero me da un poco de asquerrete reconocer que estuve tan enamorada de semejante esperpento. 

Ya no me duele cuando creí que volvería a serlo. Me alegra no haberme casado contigo. 

Ya no me duele cuando me dejaste y me rompiste en mil pedazos. Aunque me hubiera gustado aprender la lección de otra manera. En cierto modo, yo sabía que no acabaríamos juntos, pero nunca me atreví yo a dar el paso.

Ya no me duele no haber superado jamás nuestra ruptura. Básicamente porque ya la superé, porque se sanó mi herida, y no me avergüenza decir que me costó años poder curar, aceptar y volar.

Ya no me duele saber que continuaste con tu vida. Pero tampoco pienses que te deseo lo mejor. Sigo deseando que te pudras. :)

Ya no me duele que te vayas a casar. Bueno, que te hayas casado. De hecho, me da pena tu mujer. Y como dice una amiga, espero que hayas aprendido algo del daño que me hiciste y deseo que tengas una hija para que sepas lo que es sufrir por los que realmente quieres. 

Aun me duele haberte querido. Bueno vale, esta es medio verdad, porque en verdad, me duele un poco haber sido tan inocente y enamoradiza como para enamorarme de semejante personaje, pero aprendí mi lección y desde luego, ya no te quiero. 

Ya no me dueles tú. Ni tu recuerdo, ni pensar que me usaste para tu beneficio y me dejaste tirada como un juguete roto. 

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