Sin rumbo

Querida brújula rota:

Te escribo para decirte que he perdido el rumbo. En realidad ni siquiera se si he perdido el norte, el sur, el este o el oeste, o simplemente me dejo llevar por la influencia de corrientes marinas que arrastran mi existencia hasta mas allá de lo que me permite el destino. Desterrada en mi propio desierto, encerrada hundiendo en mi ruina. Buscando una dirección que las flechas no saben indicarme. ¿Qué hacer? Me ahogo. La tiranía de la vida no me deja ver la estrella polar y he perdido el rumbo de mi vida y la dirección a seguir.

Tus flechas ya no saben indicarme a dónde debo ir. El camino que he trazado se ha borrado entre recuerdos y ya no soy capaz de enmendar mi destino. Me he mareado dando vueltas sin parar y me he caído en el camino y ahora ya no se si estoy de pie o sentada en una esquina, corriendo o varada a la orilla del mar.

Ahora que estas rota, de nada me sirve lamentarme, ni siquiera el intentar repararte, porque es ahora cuando me paro a pensar y mirar en el pasado, donde tantas y tantas veces me has indicado el camino y aun sabiendo que era por ahí por donde debía seguir, he decidido esconder el verdadero rumbo y perderme en el bosque de mis caprichos, perderme y no saber salir de ese oscuro lugar hasta que me he dado de breces con lo que no quería ver.

Creo que si estas rota es por mi culpa. Todos mis errores te han llevado a errar en tu única misión que era siempre mostrarme el norte. Finalmente he llegado a la cumbre de mi egoísmo y te he roto el corazón, como parte de mis experiencias vividas y en el fondo, aunque me duele perderte, no puedo arrepentirme de haber aprendido en la vida a base de errores y perder el rumbo. Incluso puede que ni aun hoy este siguiendo el rumbo correcto, pero ya se vera mas adelante, cuando verdaderamente crea en el error de mis decisiones.

Por ahora, aun veo la senda un par de palmo por encima de mi nariz. Hoy por hoy, no veo nada más allá, pero con eso me basta y sin duda me es más que suficiente.
Aun con todo, muchas veces siento que el mundo me supera. Siento la ansiedad del que se encuentra perdido. Siento la angustia del oprimido y lo peor es que siento como todo eso se desvanece delante de mi, y yo no puedo hacer nada por evitarlo. ¿A dónde dirigen todo eso? ¿Les muestras un camino a seguir o los tienes sin rumbo, dando vueltas a nuestro a alrededor hasta que eso mismo nos pierde en la propia locura de nuestro interior?

Incluso ahora que estas rota, no puedo evitar echarte un vistazo de vez en cuando, con la esperanza de comenzar un nuevo rumbo, pero confío en que en algún momento de mi vida no te necesitare. No es por ser cruel contigo, es por algo mucho más importante para mí, es empezar a ser libre. Es dejar de sentirme perdida dentro de mi misa y creer de verdad, que el camino a mi destino esta ahí, delante de mi y encontrar finalmente el verdadero rumbo de mi vida.

Gracias por todos los momentos juntas. Con cariño de alguien perdido.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares