EL mayor de mis castigos.

Y es que quererte es el mayor de mis castigos. El no poder dejar de pensarte, de soñarte, de esperarte... y saber que nada de eso volverá, y mentirme a mi misma intentando volver a sentir esos escalofrios cuando me miras, recordar el sonido de tu voz y de tu risa y la forma tan especial que me hacían sentir tus manos. Y es que aunque intento dejarte ir, es la mayor de mis mentiras, porque no hay lugar en este mundo en el que pueda esconderme porque la esencia de mi ser se marchó contigo.

Y es que daría  mi vida, por mirarte a los ojos y decirte que para mí aquello jamás se acabó, por mucho empeño que hicieras en sacarme de tu vida, en ignorarme y en hacerme daño, y es lo unico que siempre he sabido es que lo único que quería hacer en esta vida era amarte, y que mi propósito era hacerte feliz.... Pero la vida tiene un raro sentido del humor, y decidió traerme aquí, hacerme intentar creer en el amor para luego ver como lo destruía de nuevo, yo sola. 

Simplemente, ojalá pudiera odiarte. 

Pero no puedo.